Después de unas entradas dedicadas a manualidades y a denuncias de la política cultural de Vitoria voy a volver a los libros. En esta ocasión se trata del Quijote, que supongo que todos los encuadernadores lo habremos encuadernado en alguna ocasión. Esta es una edición de Agustín Jubera, de 1889, la tenían en casa unos tíos míos y me encargaron encuadernarla. Antes de eso tuve que restaurarla en parte, realizar algunos injertos y limpiarla un poco.
La encuadernación es un encartonado en piel de cabra con dos rectángulos en mosaico. Las guardas son de papel pintado aunque en esta ocasión no son mías y las cabezadas de la misma piel del libro. Este libro lo encuaderné hace varios años pero lo tenía sin rotular, la razón de ponerlo hoy aquí es porque se lo envié a José Luis García Rubio para rotularlo y la semana pasada lo recibí de vuelta, así que pronto volverá a la biblioteca de mis tíos.
Abajo puede verse un detalle de los mosaicos. El central esta realizado con piel veau y tiene el dibujo de Don Quijote y Sancho de Saura realizado mediante transfer por todo el rectángulo. Por fuera enmarcando el central hay otros dos mosaicos en piel azul.
Hasta aquí la entrada de hoy, próximamente mas, quizás sobre un par de agendas telefónicas que hice estas navidades con una técnica que estuve probando y me gustó bastante.
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