Ayer dejamos el libro prácticamente terminado, pero... aún queda la caja! Así que todavía habrá que esperar otra entrada para ver las fotos del libro terminado.
Hice una caja de una bandeja y tapa con solapa, no había hecho ninguna como esta antes pero pensé que no sería demasiado complicado. En cualquier caso ya me complique yo solo con algunas malas decisiones.
La caja la hice de tela negra y el interior de carnaza blanca, en aquel momento no disponía de tiempo para mandar a dividir la carnaza y la tuve que colocar demasiado gruesa.
En las esquinas de la caja donde cierra la solapa coloque imanes para que cerrara bien, pero tenían tan poca fuerza que no se notaba absolutamente nada.
Otro error fue hacer los planos de la caja de madera de taracea. La pinte de negro y el resultado quedaba muy bien, pero en ese momento no pensé cuanto podía llegar a dilatarse y fue lo que pasó. En el viaje de ida y vuelta que hizo el libro a Madrid para rotularlo, debido al calor, la tapa se curvo hasta el punto de que no llegaba a cerrar. Tuve que enderezarla por las malas.
En la última foto se puede ver como quedó la caja antes de rotular. Y con esto ya solo queda en la próxima entrada poner las fotos del libro terminado y rotulado con la caja.
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